Tecnología

DeepSeek y la necesidad de cooperación en inteligencia artificial

Published February 9, 2025

La startup china de alta tecnología DeepSeek ha sorprendido al mundo al lanzar un nuevo modelo de inteligencia artificial generativa que, según afirman, rivaliza con el rendimiento de ChatGPT de OpenAI, pero a un costo mucho más eficiente. Este anuncio ha mejorado la confianza de China en su autosuficiencia tecnológica y ha golpeado la convicción de Washington de que podría contener la ascensión de China como superpotencia.

En los medios de comunicación de EE.UU., se ha hablado de un "momento Sputnik“. Sin embargo, esta analogía de la Guerra Fría omite un detalle crucial: el Sputnik llegó en los primeros años de un conflicto prolongado y de alto riesgo del que el mundo logró salir adelante. La línea de tiempo para una Guerra Fría 2.0 impulsada por la IA no sería tan indulgente.

No importa si el alboroto alrededor de DeepSeek es cierto –y eso sigue siendo un gran si–, Washington necesita reconsiderar sus sanciones tecnológicas fallidas y buscar un enfoque más constructivo para tratar con lo que ya es la segunda superpotencia del mundo. En términos más simples, es momento de que Estados Unidos y China inicien un diálogo.

Expertos de la industria cuestionan las afirmaciones de DeepSeek, que declara haber construido su modelo de IA con un número relativamente bajo de chips Nvidia de baja calidad por solo 6 millones de dólares, en contraste con los cientos de millones gastados por empresas occidentales. Las pruebas han indicado que el modelo chino podría ser una copia de ChatGPT. Aun así, DeepSeek existe y ya está cambiando cómo utilizamos, desplegamos y aplicamos modelos de IA.

La idea de que Washington pudiera frenar de manera efectiva la capacidad de IA de China fue siempre un pensamiento utópico. China tiene un historial de décadas en la producción de tecnología más barata y, aún más recientemente, ha comenzado a diseñarla. Esto ha llevado a que China domine los mercados globales de vehículos eléctricos, energía solar y robótica. Aunque China no cuente con los chips de última generación de Nvidia, posee abundancia de minerales raros necesarios para producirlos.

Además, China tiene un componente crítico para el éxito de la IA: su tamaño. Con 1.4 mil millones de personas alineadas en un sistema de vigilancia estatal bien afinado, proporciona todos los datos que sus tres principales jugadores de IA –Baidu, Alibaba y Tencent– necesitan para entrenar y ejecutar grandes modelos de lenguaje. Estas fuentes de datos incluyen aproximadamente 700 millones de cámaras instaladas en todo el país, aplicaciones móviles conectadas a servidores gubernamentales y millones de transacciones financieras diarias.

¿Significa la llegada del modelo de bajo costo de DeepSeek el fin de la dominación de los chips Nvidia? La respuesta a esta pregunta es incierta, y la competencia entre ambas naciones en el ámbito de la inteligencia artificial es un terreno donde las reglas aún están por definirse.

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