Preocupaciones por la Guerra Comercial en la Feria Tecnológica de Las Vegas
Las empresas chinas han hecho una fuerte aparición en la Feria de Electrónica de Consumo de este año, pero sus perspectivas están nubladas por la amenaza de tarifas más altas bajo la administración del nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump.
Entre los productos destacados de las empresas chinas se encuentran el "auto volador" de XPeng y el televisor mejorado con inteligencia artificial de TCL, que han captado la atención en esta anual convención tecnológica en Las Vegas.
La posible implementación de las políticas comerciales de Trump ha causado agitación en la industria tecnológica global durante el evento.
Trump se había comprometido a imponer tarifas del 60% sobre los productos chinos, reiterando su postura dura desde que ganó las elecciones de noviembre. Aunque algunos analistas creen que esta amenaza es en parte una táctica de negociación, también reconocen que su primer mandato estuvo marcado por una guerra comercial dura con Pekín, una situación que continuó y se intensificó bajo la administración del presidente Joe Biden.
Las empresas chinas han expresado niveles variados de preocupación ante esta amenaza. Mekia Yang, de la startup Jitlife, que fabrica maletas inteligentes en la provincia de Guangdong, comentó: "Nos preocupa la política del gobierno de Trump, pero pensamos que podría no durar mucho tiempo". Añadió que si bien Trump podría actuar de manera agresiva al inicio, podría cambiar debido a la presión del mercado interno por el aumento de precios.
Por otro lado, Zhanbin Ao, de Mammotion Technology Co., que vende cortadoras de césped autónomas, admitió sentir inquietud sobre nuevas tarifas. Sin embargo, destacó que la empresa está trasladando la producción a Tailandia, Vietnam y otros países asiáticos. "Una vez que traslademos nuestra fabricación a otros países, la tarifa no será un problema para nosotros", aseguró.
Otras empresas chinas tomaron una postura más relajada. Haojia Dengyang, de Shenzhen Haoqitansuo Technology, expresó su confianza en que sus productos atraerían a consumidores en EE. UU. a pesar de las posibles tarifas, afirmando que "son valiosos y realmente pueden ayudar a la gente".
Durante una vista previa de la CES en noviembre, los organizadores decidieron adoptar un enfoque diplomático respecto a la política. Gary Shapiro, presidente de la Asociación de Tecnología de Consumo, expresó su esperanza de que Trump cambiaría de una postura agresiva hacia la antimonopolio que él equiparó a "muerte por mil cortes".
Sin embargo, lamentó las tarifas, argumentando que representan un impuesto para los consumidores. Shapiro resaltó que la tarifa del 60% sobre los productos chinos "sería devastadora" y que los mercados como China tendrían su propia respuesta, lo que afectaría negativamente a las exportaciones de EE. UU.
La necesidad de mantener fuertes vínculos comerciales con aliados globales es fundamental, indicando que "en el mundo actual, ningún país puede actuar solo... debemos evitar tarifas innecesarias". Este comentario se reafirmó en una cena de la industria el miércoles.
Al igual que las empresas chinas, los ejecutivos de EE. UU. en la CES han evitado discutir la política durante los lanzamientos de productos. Sin embargo, reconocen que este tema está presente en la mente de muchos, aunque no saben bien qué esperar. John Pfeifer, CEO de Oshkosh, comentó que la mayoría de sus productos vendidos en EE. UU. son fabricados localmente, pero una parte es importada.
"Si imponen una tarifa del 20% a todos los productos que ingresan a EE. UU., eso nos afectaría", explicó, aludiendo a sus operaciones en Europa, México e India. "Tendríamos que decidir qué hacer: reasentar la producción o reingenierizar para encontrar un nuevo abastecimiento y evitar esa tarifa".
Además, Oshkosh podría optar por aumentar precios si las tarifas elevan los costos de piezas críticas o materiales importados a sus plantas en EE. UU., indicó Pfeifer.
De manera similar, la gigante agrícola estadounidense John Deere fabrica la gran mayoría de su equipo vendido en EE. UU. dentro del país. Deanna Kovar, presidenta de la División Agrícola y de Césped a nivel Mundial de Deere, mencionó que aún es temprano para determinar el impacto de las tarifas, pero que han navegado por situaciones similares en el pasado. Indicó que la preocupación más grande es asegurar que sus clientes puedan acceder a mercados para sus productos, como maíz, soja, pistachos y almendras.
"Lo más importante es que nuestros clientes y sus negocios sean viables a largo plazo", concluyó Kovar.
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