Tecnología

Apagar el corrector ortográfico por el bien de la humanidad

Published November 7, 2024

La inteligencia artificial (IA) ha avanzado mucho, pero el uso de la tecnología no siempre mejora nuestra comprensión o habilidades. A pesar de las innovaciones diseñadas para facilitar la comunicación, estas a menudo nos hacen parecer más tontos.

La frustración del internet

A veces me pregunto, si la inteligencia artificial es tan avanzada, ¿por qué el internet sigue siendo tan torpe? Por ejemplo, el internet constantemente me muestra anuncios para productos que ya he comprado. Si la semana pasada necesitaba una cuna y ya la compré, ¿por qué sigo viendo anuncios sobre cunas?

Este es un problema que parece bastante simple. Una vez que has adquirido un producto, no necesitas más anuncios sobre él. Sin embargo, el internet parece sugerir que, después de comprar una bicicleta eléctrica, en realidad querrás comprar varias más. Durante semanas, te bombardean con anuncios de bicicletas, lo cual es innecesario. En lugar de eso, tal vez deberían ofrecerte un kit de primeros auxilios para cuando caigas de ella.

Los defectos de la tecnología de corrección

El corrector ortográfico de mi computadora a menudo también es un dolor. Por ejemplo, cuando intento escribir “su” y “suyo”, el corrector no puede decidir cuál es el correcto, y a veces pone ambos subrayados. Esto me hace sentir que estoy lidiando con un sistema que no comprende el contexto de lo que escribo.

Más allá de la ortografía, situaciones como los correos electrónicos también se complican. A menudo, mi programa de correo electrónico me sugiere respuestas. Por ejemplo, si recibo un correo proponiendo una reunión, el programa podría sugerir: "Claro, ¡hagámoslo! ¡Nos vemos entonces!" Esto suena agradable, pero ignora el tono y el contenido del mensaje. Imagina que recibes un correo que dice: “Te desafío a un duelo por el asunto con mi esposa”. El programa aún diría: "Claro, ¡hagámoslo!" La tecnología está simplificando demasiado la comunicación, a menudo de manera ridícula.

La experiencia de ordenar comida

Otra innovación que genera confusión es la opción de pedir desde la mesa a través de un código QR. Aunque fue útil durante la pandemia, ahora la falta de interacción con el personal puede significar que no puedas hacer preguntas sobre un platillo. ¿Es el curry picante? ¿Contiene cilantro? El riesgo de pedir algo que no necesitas es alto. Además, al final del pedido, muchas veces tienes que elegir un porcentaje de propina por un servicio que todavía no ha sido brindado.

¿Es la IA realmente inteligente?

Aún hay quienes creen que la inteligencia artificial resolverá todos los problemas del mundo, pero a menudo me pregunto si es realmente tan inteligente. Un ejemplo de esta falta de sentido es observar cómo los modelos de lenguaje manejan palabras banales. Preguntar cuántas letras “b” hay en la palabra “banana” puede dar respuestas absurdas. Los modelos no están entrenados para entender preguntas sencillas, lo que a veces muestra que la tecnología puede engañarnos a pensar que es más inteligente de lo que realmente es.

Quizá la única solución sea desconectarse un poco de la tecnología y regresar a lo básico. Pensar en utilizar un diccionario impreso podría ser una opción, aunque imagina el aluvión de anuncios que recibirías después por más diccionarios. Tal vez sea mejor visitar una librería y comprar un tesauro, donde podrías encontrar que “internet” es sinónimo de “molesto”.

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