Sam Altman: La Voz Tranquila en el Mundo de la IA
Sam Altman, conocido como el PT Barnum de la industria de la inteligencia artificial (IA), se presenta como una de las figuras más prominentes en este campo. Recientemente, en una conversación con el periodista Andrew Ross Sorkin durante la Dealbook Summit del New York Times, Altman compartió su visión sobre las preocupaciones que rodean el avance de la tecnología de IA, tranquilizando a quienes temen los peligros que puede acarrear.
Un mensaje de confianza
En esta charla, Altman, el CEO de OpenAI y capitalista de riesgo de 39 años, mostró una actitud calmada y amigable. Su personalidad carismática casi logra desviar la atención de su estatus como multimillonario en una esfera donde la tecnología podría, potencialmente, marcar el fin del mundo tal y como lo conocemos. Altman ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación sobre los riesgos asociados con la inteligencia artificial, pero también tiene confianza en que se puedan encontrar soluciones a estos problemas.
Cuando Sorkin le preguntó si creía que alguna institución, como el gobierno, podría prevenir las amenazas que surgen de los sistemas de IA ‘superinteligentes’, Altman contestó que confiaba en que los investigadores desarrollarían este tipo de soluciones. Mencionó que espera que las mentes brillantes del mundo se enfoquen en resolver los desafíos técnicos relacionados con la IA. Sin embargo, también sugirió, sin ahondar en detalles, que la propia IA podría ser lo suficientemente inteligente como para encontrar formas de controlarse a sí misma.
La complejidad de la IA
Altman describió el aprendizaje profundo como una forma poderosa de ciencia, capaz de abordar problemáticas complejas, aunque es de reconocer que muchos investigadores de IA admiten que todavía no comprenden completamente cómo funciona esta tecnología. La realidad es que los sistemas de IA se asemejan a cajas negras que, según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, podrían representar "una amenaza de extinción para la especie humana". Parte de la solución requeriría resolver lo que se conoce como el “problema de alineación”, es decir, asegurar que los modelos de IA no se transformen en entidades peligrosas.
En la misma cumbre, Altman sugirió que la responsabilidad de regular la tecnología recaería en un organismo internacional que actúe de manera racional, postulando que podría ser posible contar con la cooperación adecuada entre gobiernos. Sin embargo, muchos críticos cuestionan la viabilidad de esta coordinación global, dado que generalmente los procesos políticos son lentos y a menudo ineficaces.
Reflexiones finales
A pesar de las preocupaciones éticas y de seguridad, la industria de la IA sigue innovando, brindando soluciones en diversas áreas, como el apoyo a personas mayores o discapacitadas. Sin embargo, es sorprendente que los líderes en el sector de la IA, quienes comprenden el potencial de esta tecnología, muestren una cierta indiferencia hacia la falta de regulaciones.
Altman, en un intento de negar que su ambición esté motivada por el lucro, afirmó que su verdadera pasión radica en el trabajo mismo. También se refirió a su relación con Elon Musk, su excofundador en OpenAI, abordando las preocupaciones sobre la influencia que Musk podría ejercer en su nueva empresa de IA, xAI.
Finalmente, la perspectiva de Altman sugiere una esperanza de que los avances en tecnología sean bien manejados, aunque la realidad muchas veces presenta desafíos complejos a los que la industria deberá enfrentarse.
IA, tecnología, regulación