El fin de la universidad tal como la conocemos
La universidad, tal como la conocemos, está en peligro. En primer lugar, la pandemia de COVID-19 obligó a las instituciones educativas a trasladar la enseñanza al entorno digital, lo que desestabilizó su funcionamiento. Pero ahora, la aparición de la inteligencia artificial (IA) ha afectado gravemente la integridad de los grados universitarios.
El desafío de las evaluaciones universitarias
Como académico universitario, he estado recibiendo una gran variedad de correos electrónicos extraños. Antes, los más inusuales eran de estudiantes extranjeros luchando con el idioma. Ahora, lo que más me sorprende son los correos escritos en un inglés que solo puedo describir como humanoide, en gran parte generados por IA.
Es fácil identificar los mensajes que han sido producidos por herramientas como ChatGPT. Muchos estudiantes que apenas dominan el inglés me expresan que "su consejo es invaluable para enfocar mis esfuerzos de manera efectiva". Nadie realmente escribiría eso, y los estudiantes que me dicen que están "abiertos a cualquier recomendación" no suenan como humanos.
La realidad del uso de IA en las universidades
Durante la primera evaluación escrita de 2024, descubrí que más del 52% de los estudiantes habían utilizado IA para completar parte o la totalidad de sus trabajos. Esta cifra probablemente es una subestimación, ya que muchos utilizan la IA de manera astuta y no quedan atrapados por las tecnologías de detección de plagio.
No se trata solo de usar IA para generar ideas; muchos estudiantes solicitan que la IA escriba un trabajo sobre un tema que simplemente no les interesa. Como resultado, esto ha llevado a que la calidad de los ensayos sea cuestionable. La presión creciente por mantener altos números de estudiantes, especialmente de estudiantes internacionales que a menudo no dominan el inglés, ha contribuido a un descenso en la calidad académica.
¿Dónde queda la integridad académica?
Se vuelve claro que no solo los estudiantes mutuos están utilizando la IA. Incluso algunos maestros en formación en mis cursos, quienes deberían oponerse a este tipo de trampa, admiten que entregan trabajos en parte o en su totalidad generados por IA, mientras critican a sus propios estudiantes por hacer lo mismo.
La realidad es que hoy en día, es casi imposible reprobar a los estudiantes. Esto se debe a que, aunque la IA puede fácilmente ser identificada, muchas instituciones han perdido el control de calidad debido a intereses económicos. Una vez que los grados se convierten en productos a la venta, la calidad académica queda en un segundo plano.
Cambios necesarios en la educación superior
La universidad tal como la conocemos ha muerto. La enseñanza digital descontrolada por COVID-19, junto con la mala calidad de los trabajos provocada por la IA, ha llevado a que un grado universitario, en muchos casos, no tenga valor real más allá de su potencial económico. Por eso, es necesario replantear cómo hacemos las evaluaciones, incluyendo el uso de IA cuando sea apropiado, o integrando exámenes orales en algunas disciplinas.
La tecnología de detección seguirá mejorando, así como la IA. Sin embargo, hasta que se pueda garantizar que los estudiantes tengan oportunidades de fallar y que sus títulos realmente reflejen su conocimiento, estos se volverán tan irrelevantes como los ensayos generados artificialmente.
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