Desarrollan prueba de IA para detectar el autismo en 10 minutos
Una nueva esperanza se vislumbra para niños y jóvenes que esperan diagnósticos de discapacidades del desarrollo, gracias a una herramienta impulsada por la inteligencia artificial que promete agilizar este proceso. Los científicos están desarrollando una prueba que podría utilizar una breve sesión de 10 minutos para detectar señales de autismo.
Hacia un Diagnóstico Rápido
Este test avanza más allá de las evaluaciones psicológicas tradicionales, centrando su enfoque en la biología para identificar el autismo. La metodología implica estimular el ojo con un destello de luz que provoca una reacción eléctrica en la retina. Esta respuesta es luego analizada por un sistema de inteligencia artificial que busca biomarcadores específicos del trastorno.
En un estudio realizado por universidades australianas, se midieron las respuestas de la retina en 217 niños de entre cinco y 16 años. La prueba, por su naturaleza no invasiva y tolerancia en los niños, podría simplificar considerablemente el proceso de detección.
Impacto y Esperanza
El descubrimiento llega en un momento crítico, ya que la tasa de diagnóstico de autismo en Australia supera la media mundial, impactando a más de la mitad de los menores de 18 años en el esquema de seguro de discapacidad nacional del país. Actualmente, las listas de espera para la evaluación de retrasos en el desarrollo neurológico pueden extenderse por años, con tiempos de espera de hasta dos años en lugares como Sídney.
Con la implementación de esta tecnología, el potencial para un diagnóstico temprano y certero es significativo. Un estudio más amplio en Corea demostró que una aplicación de IA similar logró identificar a niños con autismo con una precisión del 100% y determinar la gravedad de los síntomas con una exactitud del 48 al 66%.
Orientación para el Futuro
Además, se espera que esta técnica de IA se use como un método de preselección, complementando las pruebas psicométricas regulares, ofreciendo a los profesionales una herramienta adicional en el proceso de diagnóstico. Aunque promisoria, esta técnica aún se encuentra en una fase temprana y se recomienda no depender exclusivamente de ella.
El avance tecnológico también podría significar una reducción en los costos asociados con el diagnóstico del autismo, que actualmente representa una carga financiera significativa para muchas familias. Al acelerar el diagnóstico y detectarlo más temprano, las intervenciones podrían comenzar antes, mejorando potencialmente los resultados para los afectados.
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