Tecnología

A los 35 años, la web está rota, pero su inventor todavía confía en poder arreglarla

Published March 12, 2024

En 1989, Tim Berners-Lee propuso un sistema para compartir información a nivel global: la World Wide Web. Pasados 35 años, esta creación ha evolucionado, pero también ha presentado problemas significativos en su estructura y en cómo las grandes corporaciones la han dominado. A pesar de este panorama, Berners-Lee no ha perdido la esperanza y sigue buscando soluciones inspirándose en los principios originales de la web.

Los orígenes de la web y su evolución

La web comenzó como una herramienta sencilla para compartir datos en el CERN y evolucionó hasta convertirse en una parte esencial de la vida diaria, adoptando múltiples formas como plazas públicas, oficinas y hasta estudios de diseño. Desafortunadamente, también abrió puertas a efectos negativos como las estafas, el odio y la criminalidad en línea.

La influencia de las grandes corporaciones

Los gigantes tecnológicos conocidos por acrónimos como MAMAA y FAANG han generado un mercado dominante que contrasta con la visión descentralizada inicial de Berners-Lee. Además, la economía de datos personales y la publicidad dirigida han exacerbado estos problemas, afectando la diversidad y colaboración que caracterizaban los inicios de la web.

El auge de la inteligencia artificial

Para Berners-Lee, el avance de la inteligencia artificial ha agravado los problemas existentes en la web, vinculando los desafíos en línea con la emergencia de nuevas tecnologías.

Soluciones inspiradas en los primeros días de la web

Para contrarrestar estos problemas, Berners-Lee sugiere apostar por la colaboración y la ruptura de silos de datos para fomentar la creatividad y priorizar a las personas por sobre los modelos de negocio. Propone tecnologías como el protocolo Solid que permite a los usuarios controlar su propia información personal, desvinculándola de aplicaciones controladas por corporaciones.

Este enfoque, apoyado por su empresa Inrupt, tiene el objetivo de que la web sirva a la identidad, el control de acceso y los estándares universales de datos, poniendo el poder en manos de los individuos en lugar de las corporaciones.

El llamado a la acción y el futuro

Berners-Lee insta a la sociedad a respaldar el liderazgo ético y audaz que busca reformar la web, promoviendo casos de uso positivos y trabajando para cambiar la mentalidad colectiva. El cambio en la web aún es posible, y es esencial que todos contribuyan para transformarla en una herramienta que responda verdaderamente a las necesidades de la humanidad.

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