La inteligencia artificial en la salud: una solución costosa
Los sistemas de inteligencia artificial (IA) están cada vez más presentes en el sector de la salud, prometiendo mejorar la atención médica y reducir costos. Sin embargo, a pesar de sus beneficios potenciales, estos sistemas requieren un monitoreo y una supervisión constantes, lo que puede resultar en un aumento significativo de los gastos.
El rol de la IA en la atención oncología
En el sistema de salud de la Universidad de Pensilvania, un algoritmo de IA ayuda a los oncólogos a abordar las decisiones difíciles con los pacientes, prediciendo la probabilidad de muerte. No obstante, este algoritmo no es un herramienta que funcione de manera autónoma. Un estudio mostró que su precisión disminuyó un 7% durante la pandemia de COVID-19, lo que resultó en fallos críticos en su capacidad para iniciar conversaciones importantes sobre el tratamiento y las preferencias de fin de vida.
La necesidad de humanos en la inteligencia artificial
La experiencia demuestra que muchos sistemas de IA necesitan una supervisión humana continua para asegurar su efectividad. Sin el personal necesario para supervisar y validar estos sistemas, pueden surgir errores que tengan un impacto real en los pacientes y en el tiempo de atención médica. Sin embargo, la realidad es que muchos hospitales carecen de los recursos suficientes para implementar esta supervisión.
Desafíos de implementación
Aunque la IA se está utilizando cada vez más, su evaluación y monitoreo efectivo aún presentan grandes desafíos. Por ejemplo, la falta de estándares claros dificulta que los hospitales evalúen cuál algoritmo es el más adecuado para sus necesidades. Un alto porcentaje de error en la documentación y los resúmenes médicos generados por herramientas de IA también plantea serias preocupaciones.
Inversiones en IA
Las inversiones en tecnología de documentación médica impulsada por IA han crecido, con millones de dólares fluyendo hacia estas compañías. Sin embargo, la carencia de estándares de comparación significa que todavía hay mucho por hacer para garantizar que estas herramientas realmente mejoren la atención.
La solución: más inversión y recursos humanos
A medida que las organizaciones de salud se esfuerzan por implementar IA, queda claro que necesitarán dedicar más recursos para asegurar su correcto funcionamiento. Se ha sugerido que se podría utilizar la inteligencia artificial para vigilar la inteligencia artificial, lo que complicaría aún más el costo y la necesidad de personal adicional.
Por lo tanto, aunque la tecnología de IA tiene el potencial de transformar la atención médica, no es una solución mágica. Necesita un equipo humano experto que garantice su eficacia, lo que puede resultar en un costo total más alto para los sistemas de salud.
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