Desatando un chatbot de mí misma
¿Alguna vez has querido gritarle a un columnista? Conoce a mi versión virtual. Hemos creado un chatbot diseñado para simular la experiencia de discutir conmigo. Se llama Yell at Parnell. Y no puedo mentir, es la experiencia más cercana que he tenido a una crisis existencial.
Es sorprendente hablar con una versión de mí misma en el exterior. Tiene algunas de mis peculiaridades y puede ser tan molesta de debatir como yo. ¿Y qué pasa conmigo si esta versión virtual se vuelve demasiado buena?
El origen de Yell at Parnell
Yell at Parnell es el resultado de una conversación con un amigo querido, Shaun Davies, un ex periodista y editor que está trabajando en su tesis sobre desinformación en el mundo digital. Durante una de esas conversaciones en las que intentas abarcar todo lo que has dejado de lado con un amigo, surgió la idea de hacer un bot entrenado con mis columnas.
Quizás fue porque bromeé sobre cómo los columnistas de opinión nunca pueden ser reemplazados por IA, ya que los lectores necesitan a una persona real a quien odiar.
Para alguien que estudia IA, eso fue un desafío. Así que se le ocurrió la idea de un bot que daría a los lectores la oportunidad de discutir conmigo cada vez que estuvieran de mal humor. Decidimos que el bot sería una forma divertida de interactuar con los lectores y aprovechar la nueva tecnología disponible.
La decisión de experimentar con IA
Decidí, ¿por qué no? Ahora que la inteligencia artificial está al alcance de todos, solo hay dos caminos: podemos aceptar la falta de entendimiento, o podemos experimentar con formas de usarla bien.
El camino de la falta de entendimiento es fácil. Usar IA para hacer tu trabajo sin entender el tema es una forma clásica de mantenerte ignorante. A través del tiempo, la IA se vuelve más inteligente, pero tú no.
Las empresas que reemplazan la creatividad humana con IA simplemente están eligiendo un camino más complicado que la falta de entendimiento. Sospecho que la ilusión de eficiencia se desmoronará al darse cuenta de que la IA solo puede imitar la ingeniosidad humana.
Los desafíos y descubrimientos del chatbot
Hasta ahora, he estado experimentando con diversas herramientas de IA, considerándolas como pasantes que necesitan supervisión estricta. Utilizo herramientas de toma de notas y modelos de lenguaje como ChatGPT. Estos pueden ser útiles en algunas áreas, pero también tienen sus limitaciones.
ChatGPT tiende a caer en clichés y es bastante malo con el humor y la originalidad. A pesar de todo, soy fan de la IA. Puede ahorrar tiempo y mejorar la calidad de la información. Un estudio reciente indica que el 58 % de los miembros de la Generación Z utilizan IA.
Sin embargo, tener un bot que sea una extensión de mí conlleva riesgos. Los bots pueden ser manipulados para decir cosas fuera de lugar por usuarios persistentes. Aunque Yell at Parnell se basa en mis columnas, durante las pruebas beta, a veces ha ido por mal camino, saturando la conversación con información aleatoria como un adolescente crédulo.
El propósito del experimento
El proceso de probar y refinar el bot ha sido instructivo. He aprendido mucho sobre cómo limitar inteligentemente los conjuntos de datos. A través de este experimento, busco no solo la interacción, sino también una forma de agregar valor a mis debates con los lectores.
Shaun y yo seguimos creyendo que la IA jamás podrá combinar conocimiento y experiencia con un sentido de ironía y diversión para escribir una buena columna. Aún así, esta relación entre escritor y lector es fundamental y debe ser preservada. Al final, no se puede iniciar un ataque personal sin un ser humano al que dirigirlo.
Parnell Palme McGuinness es la directora general de la firma de campañas Agenda C.
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