Airbnb emplea inteligencia artificial para prevenir fiestas no autorizadas

Con la temporada festiva en pleno apogeo, la mayoría de las personas tienen planes de celebrar responsablemente. Sin embargo, para aquellos que podrían estar considerando organizar una fiesta en una propiedad de Airbnb, hay un nuevo vigilante tecnológico que deben tener en cuenta: la inteligencia artificial.

Inteligencia artificial contra fiestas no autorizadas

Airbnb está implementando tecnología de inteligencia artificial para identificar y prevenir las fiestas no autorizadas y perturbadoras en los vecindarios locales. Esta medida viene después de que, el año pasado, la compañía implementara políticas contra las fiestas, lo que resultó en que aproximadamente 880 huéspedes en Nueva Zelanda fueran bloqueados o redirigidos al intentar hacer reservas durante la víspera de Año Nuevo.

Este año, la plataforma empleará un sistema de AI diseñado para localizar alquileres con mayor riesgo de incidentes por fiestas. Se bloquearán ciertas reservas de una a tres noches que se identifiquen como potencialmente más riesgosas.

¿Cómo funciona la detección?

"La tecnología examina cientos de señales que podrían indicar que una reserva es de mayor riesgo para este tipo de incidentes, como la duración del viaje, la proximidad de la propiedad, el tipo de alojamiento reservado y si la reserva se está haciendo en el último minuto", explicó Airbnb en un comunicado.

Naba Banerjee, jefe de Confianza y Seguridad en Airbnb, aseguró que la compañía está "enfocada en adoptar un enfoque considerado que beneficie a anfitriones, huéspedes y vecindarios" y se mostró optimista de que estas medidas tendrán un impacto positivo en las comunidades que sirven.

Nueva Zelanda es uno de los primeros países en utilizar el AI de Airbnb, junto con Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Francia, España y Australia. Las medidas anti-fiesta de Airbnb comenzaron en 2019 como respuesta a un tiroteo mortal en una propiedad estadounidense durante Halloween. Un año después, suspendió más de 300 listados en Nueva Zelanda como parte de un esfuerzo concertado por respetar sus políticas sobre fiestas y eventos.

En un caso específico en Upper Hutt, el dueño de una propiedad alquilada a través de Airbnb tuvo que enfrentarse a las consecuencias de una fiesta que duró toda la noche, causando quejas por ruido de los vecinos y dejando daños que requirieron una larga y costosa limpieza y reparación.

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