La vigilancia en el trabajo: el uso de la IA para monitorear las comunicaciones de los empleados
Recientemente, ha salido a la luz que importantes empresas como Walmart, Starbucks, Delta y Chevron han incorporado inteligencia artificial (IA) para supervisar las comunicaciones de sus empleados. Esto ha provocado preocupaciones inmediatas entre los trabajadores y defensores del lugar de trabajo respecto a la privacidad.
La vigilancia no es nada nuevo
Aunque las herramientas de IA representan un avance tecnológico, la realidad es que la vigilancia de las conversaciones en el ámbito laboral no es una práctica nueva. La diferencia actual es que la IA puede hacer este seguimiento de manera más eficiente, lo que también plantea retos éticos y legales, además de poder generar malestar entre los empleados.
Los expertos, como David Johnson de Forrester Research, explican que el análisis detallado que la IA permite es una evolución en la supervisión de las comunicaciones laborales, y que las empresas están aprendiendo a entender cómo este monitoreo afecta la conducta y el ánimo de los trabajadores, asumiendo políticas de uso aceptables en el entorno laboral.
¿Cómo se utiliza la IA?
Empresas emergentes como Aware han integrado la IA en plataformas comunes de trabajo, como Slack, Zoom, Microsoft Teams y Workplace de Meta, buscando desde detectar acoso hasta prevenir ataques informáticos y fraude interno. Estos sistemas mantienen la anonimidad de los datos hasta detectar situaciones que requieren ser señaladas, y entonces se alerta a los departamentos pertinentes para una posible investigación.
Las empresas que utilizan estas tecnologías, incluyendo Chevron y Starbucks, aseguran que el foco está en mejorar la seguridad y la experiencia de los empleados, vigilando tendencias o recibiendo retroalimentación a través de sus plataformas sociales internas.
Una moderna versión de métodos antiguos
Al igual que las plataformas de redes sociales han empleado la moderación de contenido, las empresas han vigilado el comportamiento de los empleados desde la aparición del correo electrónico. La novedad es el uso de IA que permite un análisis más profundo y en tiempo real de las conversaciones laborales.
El factor confianza
La inclusión de la IA en los entornos laborales puede presentar desafíos éticos y legales, y hay que preocuparse por la precisión y relevancia de la información recabada. Johnson enfatiza que lo más complicado será construir y mantener la confianza de los empleados a corto y largo plazo.
Es clave que las organizaciones usen la tecnología de manera cautelosa y deliberada, buscando no socavar la confianza de sus trabajadores, ya que esta se destruye rápidamente y se reconstruye lentamente.
vigilancia, privacidad, empleados