Ciencia

Datos sobre movimientos animales ayudan a investigadores húngaros a crear un enjambre de drones autónomos

Published December 19, 2024

BUDAPEST, Hungría (AP) — En una nube densa, como si fueran multitudes de personas cruzando una plaza pública abarrotada, 100 drones manmueven a través del cielo nocturno de la capital húngara. Este fenómeno es el resultado de más de una década de investigación y experimentación, que los científicos creen que podría cambiar el futuro del vuelo no tripulado.

El comportamiento de este enjambre, compuesto por drones autónomos que toman decisiones en tiempo real sobre evitar colisiones y planear trayectorias, no requiere programación anticipada ni control centralizado. Su desarrollo se ha guiado por investigaciones que los científicos húngaros realizaron sobre los movimientos colectivos de criaturas en la naturaleza.

"Es muy raro que veas una tecnología y digas que es hermosa", comentó Boldizsár Balázs, uno de los investigadores del proyecto. "En su núcleo teórico, se asemeja a la naturaleza. Por eso los drones en sí no necesitan ser bonitos, pero lo que hacen es bonito porque se asemeja al comportamiento natural de los enjambres".

En años recientes, los drones se han convertido en una visión común en nuestros cielos. Empresas como Amazon y FedEx han lanzado servicios de entrega mediante drones, los aficionados los utilizan para fotografía aérea y grupos de más de 1,000 drones han sido programados para ofrecer espectáculos de luces a gran escala.

Sin embargo, los científicos de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest han desarrollado nuevos modelos basados en el comportamiento animal que permiten que un gran número de drones viajen autónomamente. Estos drones reaccionan en tiempo real a su entorno y entre sí, coordinando rutas y tareas individuales en un tráfico aéreo denso.

Gábor Vásárhelyi, un investigador senior del Departamento de Física Biológica de la universidad, explicó que "este es el nivel que llamamos descentralización... Después de que a los drones se les dice qué hacer, podemos apagar la estación de control terrestre, quemarla o deshacernos de ella". Los drones serán capaces de cumplir sus funciones simplemente comunicándose entre ellos.

Utilizando datos que recopilaron al monitorear el comportamiento de las palomas en vuelo, los patrones de los caballos salvajes en la Gran Llanura Húngara y otros movimientos animales, desarrollaron un algoritmo que permite a los drones tomar decisiones autónomas a bordo, mitigando conflictos y evitando colisiones de manera segura.

Aunque esta tecnología podría incrementar la eficiencia en diversos campos, algunos investigadores han expresado su preocupación de que ciertas aplicaciones de drones autónomos podrían representar riesgos significativos.

Anna Konert y Tomasz Balcerzak, de la Facultad de Derecho y Administración de la Universidad Lazarski en Varsovia, Polonia, han investigado tales riesgos y advierten que las aplicaciones militares podrían intensificar las carreras armamentistas o ser mal utilizadas o hackeadas por actores malignos, como grupos terroristas.

"Cuando los drones asumen acciones letales, la responsabilidad puede trasladarse de los operadores humanos a las máquinas, lo que genera incertidumbre sobre quién debe ser considerado responsable si ocurren errores", escribieron en un correo electrónico. "Este desapego podría disminuir las barreras psicológicas para iniciar el uso de la fuerza, lo que podría hacer que la guerra sea más frecuente y brutal".

También señalan que el uso de drones autónomos podría reducir el costo humano de los enfrentamientos militares, lo que podría fomentar acciones militares con mayor frecuencia y dar lugar a una escalada más rápida de los conflictos, ya que habría menos consecuencias humanas inmediatas que sopesar ante la decisión de involucrarse militarmente.

Pese a ello, los investigadores húngaros afirman que su tecnología tiene el potencial de mejorar la vida de las personas en numerosas aplicaciones. Sus simulaciones digitales en tres dimensiones les han convencido de que su algoritmo puede ampliarse para soportar hasta 5,000 drones volando juntos de manera autónoma, lo que podría tener aplicaciones en meteorología, topografía, entregas de bienes y más.

Además, los investigadores están trabajando en la implementación de una aplicación agrícola que se puede usar para la fumigación de cultivos de precisión, y creen que la tecnología también podría desempeñar un papel en la descentralización de los sistemas de control del tráfico aéreo a medida que más aeronaves no tripuladas tomen los cielos.

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